El Pasek Belenos R.C Reina en Asturias
El equipo avilesino superó en El Naranco a un Real Oviedo que peleó hasta el final en el mejor derbi regional de los últimos 25 años.
Ambientazo en El Naranco en la disputa del trono del rugby regional, que cayó en manos del favorito Pasek Belenos, por su condición de equipo recién descendido de División de Honor (24-36). Los locales realizaron, eso sí, un gran partido, y de ahí que los blanquiazules no fuesen capaces de unir a su victoria el bonus ofensivo.
El Oviedo hizo valer su condición de local de inicio. El cuadro carbayón monopolizó la posesión limitando mucho las opciones de un cuadro avilesino que se esforzaba defendiendo con disciplina. El cuadro local trató de materializar su dominio con la transformación de un golpe de castigo que se marchó fuera. El empate a cero se mantenía con un equipo azul que la movía bien.
El Pasek Belenos no dispuso del oval hasta el minuto 10. Un inoportuno avant devolvió la iniciativa a un Real Oviedo más centrado. Un golpe de castigo hacía justicia con lo visto sobre el maltrecho césped del Naranco. Buen chut entre palos para el Oviedo ante un Pasek Belenos que apenas había comparecido al cuarto de hora del encuentro.
Cuando todo parecía decidido, el empuje del cuadro ovetense dejó a los de Jesús Delgado sin el punto bonus ofensivo
Los blanquiazules tardaron, pero llegaron. Un fuera y adentro tras melé terminó con el primer ensayo visitante por parte de Narvaja. El cuadro avilesino, no sin esfuerzo, tomaba el mando. Al los dos minutos el equipo dirigido por Jesús Delgado, puso en marcha el rugby que busca su entrenador: pase y continuidad. Nuevo ensayo, espectacular, firmado por un Tomy Bravo que llegó oportuno al apoyo final. Rafa Migale amarró, con la transformación, el 3 a 12.
El Real Oviedo no se amilanó. Jugó sus balones con criterio ante un rival superior que no estaba convencido de sus fuerzas. Los locales anotaron su primer ensayo cerca el minuto 30. La transformación fue buena apretando el tanteador con un 10 a 12 que dejaba el choque en todo lo alto. El Pasek Belenos contestó ganando metros. El acercamiento avilesino se materializó con un golpe de castigo transformado por Rafa Migale, 10-15.
Toma y daca en los siguientes minutos. El derbi estaba ahí. El Pasek Belenos para romper el encuentro a su favor y el Oviedo para mantenerse a flote ante un cuadro visitante que necesitaba los puntos. Silvestre posó cerca de los palos antes del intermedio. La grada explotó a favor de Avilés. Le había costado mucho pero el cuadro dirigido por Jesús Delgado había roto el partido con el 10 a 22. El descanso llegó con todo por resolver.
Segundo tiempo
Todo quedaba pendiente de la segunda mitad en el mejor derbi regional de los últimos 25 años. El sol del Naranco dictaría sentencia en la reanudación. El Pasek Belenos lo pasó mal, el cuadro avilesino encajó el empuje ovetense saliendo al contraataque con mucho peligro. Un patada en diagonal de Migale estuvo bien capturada por Álvaro. El tres cuartos asturiano anotó un ensayo sensacional en carrera que clarificaba mucho las expectativas avilesinas. Migale transformó. 10 a 29. El Naranco reventó alentando a los avilesinos.
Los cambios se sucedieron a falta de 20 minutos desluciendo un derbi decidido a favor del Pasek Belenos. El trono del rugby asturiano sigue siendo de Avilés. El Real Oviedo, siempre muy serio, tiró de orgullo rondando una nueva marca. El Pasek Belenos se limitó a defender administrando su ventaja. Los pupilos de Jesús Delgado esperaban su oportunidad para salir a la contra y colocar un nuevo ensayo como guinda final. En el último tramo todo se trabó. Los cambios y las imprecisiones por parte de ambos equipos deslucieron un espectáculo en el que todo el pescado estaba vendido. El Real Oviedo luchó negando la oportunidad del quinto punto para los avilesinos hasta el punto de ensayar en las postrimerías ante un cuadro visitante se relajó permitiendo un inquietante 22 a 29.
Un partido cómodo se convertía en una pesadilla en los minutos finales. El Pasek Belenos iba y venía en su juego hasta el punto de comprometer un triunfo que tenía en sus manos. Como un sueño, Silvestre se desprendió de un maul rubricando un triunfo más que trabajado.