Las claves de juego del Pasek Belenos
La pretemporada, necesariamente apresurada en la planificación y corta en la preparación debido tanto al cambio en la normativa que obligaba al volantazo en la confección de la plantilla a muchos clubes de la División de Honor como al aspecto económico, surge como necesaria explicación al rendimiento de un Pasek Belenos que está dando el nivel en este primer tramo liguero aunque no exento de sinsabores debido a los puntos que ha dejado escapar.
Las victorias de prestigio ante Ordizia y Cisneros, responsables de las expectativas de victoria con las que el equipo viajó al Pepe Rojo para enfrentarse a El Salvador, mantienen al conjunto de Freddie Roberti, de momento, con cierto desahogo, fuera de los puestos calientes con una plantilla de algo más de calidad y fondo de armario en comparación con la de la pasada campaña.
Y eso a pesar de las lesiones de relevancia sufridas hasta la fecha por parte de Pipi Silva e Indy Mulot, ambos con luxación de hombro. La derrota, dilapidando 19 puntos de ventaja al descanso hace un par de semanas en el Yago Lamela ante toda una Santboiana, da para reflexionar.
Un alto porcentaje de los ensayos del Pasek Belenos llegan gracias al contraataque. La ofensiva blanquiazul, en este arranque liguero en su segunda temporada en la máxima categoría del rugby español, no tira de una elaboración paciente que incluya demasiadas fases para imponerse a las defensas rivales, sino que, por las características de los jugadores, el equipo fía su suerte a las recuperaciones para salir como tiros a la contra, pillando en multitud de ocasiones, desguarnecidas a las defensas contrarias.
Pero si no hay recuperación no hay contra que valga. Los jugadores blanquiazules, hasta la fecha, se muestran más despiertos en las primeras partes. El conjunto avilesino está más vivo que sus rivales aplicándose con mayor eficacia en los contactos o interceptando los pases en plena combinación a la mano de sus adversarios.
Fran del Pino, Indy o Narvaja, desde la línea de tres cuartos, bien secundados en velocidad por Rico, Parnas o Aristemuño desde la tercera línea, arrancan en largas carreras para ensayar a placer en muchas ocasiones.
De los 116 puntos totales a favor, los avilesinos han cosechado 79 en los primeros tiempos por tan solo 37 en las segundas partes. Ojo, de estos 37, tan solo 3 han llegado en las segundas partes de los dos últimos encuentros: el solitario golpe de castigo anotado por Fran del Pino hace dos sábados ante la Santboiana en el Yago Lamela.
En las reanudaciones los blanquiazules sufren a un rival que espabila y aprende la lección de la primera manga mientras que los avilesinos bajan un punto física y mentalmente, llegan en peores condiciones a los puntos clave e incurren en más golpes de castigo. Estas indisciplinas conceden continuas ventajas a los rivales, circunstancia que compromete casi totalmente las opciones de triunfo. Las faltas estuvieron igualadas por ambas partes durante la primera mitad contra la UE Santboiana, cuatro para cada bando, mientras que en la segunda mitad los avilesinos fueron sancionados nada menos que con ocho mientras que los catalanes repitieron otros cuatro.
Pulir errores
A parte de los metros concedidos en contra, también hay que estimar la cantidad de balones que el Pasek Belenos deja de recuperar, aspecto que deja seco al ataque. Demasiado para esta categoría en la que el nivel reinante no permite estos lujos.
Ahora, el parón internacional de noviembre con tres semanas sin choques en la máxima categoría permite pulir los errores. La competición vuelve el 26 de noviembre en Sevilla contra el Real Ciencias, campo poco propicio para que los avilesinos den la sorpresa.
Será siete días después, ante Les Abelles, cuando los blanquiazules vuelvan a jugar ante su público contra un conjunto valenciano muy peligroso y que ha fichado muy bien.
En esta fecha, -y también en la siguiente ante Pozuelo– podremos juzgar si los pupilos de Freddie Roberti han aprovechado estas tres semanas de entrenamientos sin competición volviendo dispuestos para 80 minutos a pleno rendimiento ante equipos de su liga en pos de superar la novena plaza conseguida la pasada campaña y la segunda permanencia en la élite.
