El Pasek Belenos compitió de cara con un gran Cisneros en el cierre del curso
Rodrigo en La Voz de Avilés
Fin de fiesta con partido atractivo de ver en el Muro de Zaro. Sin la importancia de los puntos en juego, ambos equipos se dedicaron a moverla de lo lindo, los golpes de castigo escasearon y el encuentro devino en un toma y daca en el que la constancia y calidad de Cisneros se impusieron sobre un Pasek Belenos que buscó el K.O. al contraataque como en tantas ocasiones anteriores pero, en esta ocasión, no lo encontró.
El tanteador (15-26) estuvo parejo durante todo el choque, circunstancia que mantuvo en vilo a un público que no se desconectó en ningún momento. El respetable, de celebración por la permanencia pero con ganas de ganar al Cisneros, sufrió la iniciativa por parte visitante con un ensayo en los primeros minutos. Este no era el Cisneros de la primera vuelta. Los locales replicaron con una nueva marca a los pocos minutos propiciando que la grada no se desenganchase. Con 7-10 en el tanteador los golpes por parte y parte se sucedieron, pero el cuadro madrileño mantuvo la diferencia alcanzando el intermedio con 10-16 a su favor tras un par de golpes de castigos convertidos por barba.
El fondo de armario de ambas escuadras entró el juego en la reanudación pero la balanza no se venció definitivamente para ninguna de ambas partes. Una buena combinación de la línea de tres cuartos al borde del minuto 60 habilitaba a Baltazar para anotar un ensayo para la esperanza, (15-16). El Pasek Belenos llegaba remontando por detrás como tantas veces durante esta temporada. Pero no todos los días son fiesta.
Complutense Cisneros no cedió, se mostró fuerte mentalmente ante el embrujo de la grada local y sacó el partido con criterio, apoyado en su superioridad en las melés con un conjunto muy joven que no se vino abajo en ningún momento. Siempre con la iniciativa en el aspecto ofensivo, los visitantes sacaron un golpe de castigo a su favor en minuto 70, transformado por un impecable Vinuesa, para sentenciar el choque con un ensayo a cuatro minutos de la conclusión que los blanquiazules, a pesar de una grada volcada entre gritos de «Artime, quédate», no pudieron contrarrestar.
Brutal permanencia la del equipo avilesino y reto mayúsculo para la próxima temporada con un conjunto menos en descenso directo y el previsible ascenso fulgurante de Alcobendas. Pendientes de designar altas y bajas y, sobre todo, el nuevo entrenador. Con este resultado se va el play off por el título pero se queda una campaña para el recuerdo y, como no, la permanencia, celebrada en el tercer tiempo que se prolongó unas felices horas.
Lo de menos era el partido, aunque, siempre competitivos, perderlo no les gustó demasiado a los protagonistas. Y es que era el día de despedir a un pedazo del club, a Pablo Artime, el entrenador y uno de los fundadores, que deja el equipo, que vuelve a La Coruña, y que deja algo huérfanos a gente como Felipe Blanco, el presidente, que, claro, también se emocionó al pensar que la próxima temporada no le tendrá a su lado: “Yo no sé si encontrar al entrenador va a ser fácil o no, lo que sí sé que no voy a encontrar es otro compañero igual”, sentenció tras el partido.