Alan y Chipi: “Sólo pensamos en ascender y hacer crecer al Belenos”
Cuando después de la clase, todos abrazados en corro, Chipi alzó la voz para preguntar si se lo habían pasado bien, el grupo B de Primero de ESO del IES La Magdalena no dejó ninguna duda de que sí. Incluso los vecinos de las casas situadas cerca del polideportivo de La Magdalena se enteraron también. Después del último grito de guerra, la mayoría de la clase pidió folletos para ir a probar con el Belenos a La Toba, algo que cualquier niño o niña menor de 18 años puede hacer los miércoles y los viernes de 18.30 a 20 horas de forma gratuita, presentándose simplemente con ropa deportiva.
Juan Palero, silbato colgado del cuello, es el encargado de la captación de escolares esta temporada. Tomando el relevo de Jordi Sánchez, se recorre los centros de la comarca avilesina para enseñar el rugby y demostrar que es un deporte tanto o más divertido que otros más tradicionales en la ciudad. Junto a él, sus compatriotas Chipi y Alan se encargan de llevar a cabo la clase, siempre con el máximo respaldo de los respectivo profesores de Educación Física. La naturalidad de los albicelestes para reclamar la atención y hacer las clases amenas se percibe desde el primer instante, lo que agradecen niños y niñas que acaban prefiriendo hacer un placaje que disparar a portería.
La jornada de captación de hoy en La Magdalena fue el escenario ideal para presentar en sociedad a las dos últimas incorporaciones del Oxigar Belenos. Alan Sanillo, primera línea procedente del Independiente cántabro de División de Honor, y Juan Pablo Abdala 'Chipi', ala que vive su primera experiencia en España, tras jugar toda su vida en el Liceo de Mendoza. A Alan no se le caen ni mucho menos los anillos por bajar desde la primera a la tercera categoría del rugby nacional. "He bajado dos peldaños para subir otros tantos con el Belenos", sonríe. Compañero de piso de Juan y de Carrasco, "la adaptación a la ciudad está siendo muy buena. Vengo de Santander, cuyo clima es parecido, y la verdad es que me he encontrado un grupo muy bueno y tengo ganas de seguir adaptándome".
Con Alan, la melé blanquiazul ha sumado unos kilos importantes de cara a conseguir el objetivo "del ascenso. He venido aquí con el único objetivo de ayudar al club a ascender. Soy un primera línea que se encarga del trabajo sucio para que otros brillen y consigan los ensayos. Ese es mi cometido y espero poder ayudar". Chipi, que el pasado mes de mayo cumplió 28 años, mide 1,80 metros, pesa 90 kilos y tiene una velocidad endiablada que le hace conseguir muchos ensayos, rubricando muchas jugadas de equipo. Con más tiempo en la ciudad que su compatriota, reconoce que "cada vez conozco más gente y me encuentro mejor, aunque me sigue costando un poco el frío", sonríe. El ala argentino lleva un poco más allá las palabras de Alan. Al margen de ascender, objetivo claro, "por lo que estoy viendo día a día este club tiene mucho margen de crecimiento y entre todos seguro que lo conseguimos".
Ambos disfrutan por la mañana de "enseñar rugby en los colegios", pues Chipi comenzó a jugar "con apenas cuatro años por mediación de un vecino", para posteriormente exprimirse en el gimnasio y sobre el terreno de juego. "El partido frente al Real Oviedo ya está olvidado. Fue un encuentro muy trabajado donde no pudimos conseguir la victoria pero ya lo hemos analizado para seguir mejorando. Tenemos que mirar hacia adelante y no pensar en otra cosa que ganar cada partido". Así son Alan y Chipi, dos argentinos más para la plantilla de un Oxigar Belenos que cada vez es más competitivo.
