Carlos Blanco y Cuyi: metodología y experiencia al servicio del Belenos
La Escuela de Valores del Belenos, patrocinada esta temporada y las dos próximas por Pasek España, continúa creciendo día a día. La gran labor de Jordi Sánchez y sus colaboradores en la captación a lo largo y ancho de los centros educativos de la comarca avilesina está dando sus frutos y rara es la semana en la que niños y niñas aceptan el reto de probar el rugby en el campo sintético de última generación de La Toba 3. Ya son más de cien las licencias que maneja un Belenos que se asienta como la segunda mayor cantera de rugby de Asturias por detrás de un histórico como el Real Oviedo.
Y para que la Escuela de Valores funcione a la perfección, para que siga mejorando temporada a temporada, son necesarias personas como Carlos Blanco o José Luis Campillay 'Cuyi', dos de los responsables de que todas las tardes se respire rugby en el complejo deportivo local situado en Llaranes. Carlos Blanco (Avilés, 1975), graduado en magisterio por Educación Física y gestor de entidades e instalaciones deportivas, se inició en el rugby durante su estancia en Inglaterra e Irlanda, pese a que "desde pequeño en casa siempre se habló de rugby. Primero mi padre, que siempre veía en La 2 a Ramón Trecet retransmitiendo el Torneo Cinco Naciones, y mi hermano -el actual presidente Felipe Blanco– fue el precursor en lo que respecta a la competición, entrando con dieciséis años en la Atlética Avilesina y fundando el Belenos en 1998".
Jugador, entrenador e incluso presidente de clubes de baloncesto en Asturias, Inglaterra e Irlanda, fue en tierras británicas cuando le empezó a picar el 'gusanillo' para introducirse de lleno en el mundo del oval. "Cuando la instalación que diriges de forma adjunta acoge entrenamientos de la selección inglesa absoluta, trofeos como el Rugby World Cup Throphy Tour, tienes de clientes a exjugadores de la talla de Mike Catt o tienes la fortuna de poder ver un partido del Mundial en Wembley, es muy difícil que no acabes hablando y pensando en rugby". Así, cuando en octubre de 2015 regresó definitivamente a Avilés tras sus experiencias internacionales, "buscaba nuevo retos en el deporte y qué mejor que echar una mano a un amigo como Pablo Artime o a mi hermano Felipe". De esta manera, Carlos comenzó a colaborar con la Escuela de Valores del Belenos hace tres años ayudando a Artime y a los monitores Kroli y Mario con todos los equipos de la escuela, desde sub10 hasta sub18. Su función se especificó el año pasado, cuando tomó las riendas de los equipos sub6, sub8 y sub10 junto a Cuyi. "La faceta principal es introducir a los más pequeños en el rugby, a través de valores como la integridad, pasión, solidaridad, disciplina y respeto. Queremos demostrar que es un deporte que todo el mundo puede practicar. Trabajamos sobre todo preparación física y mental de cara a las próximas etapas que van a alcanzar, aunque lo más importante en estas edades es que disfruten, que jueguen todos y que sea una herramienta de aprendizaje para la vida", desgrana.
De su compañero Cuyi, el entrenador avilesino sólo tiene buenas palabras. "Como exjugador profesional e internacional aporta esa experiencia en el juego que yo no tengo. Mi formación me permite conocer la metodología, pero el posicionamiento, la presencia y la experiencia de haber sido jugador las pone él. Nos combinamos muy bien, porque además como entrenadores tenemos carácteres completamente diferentes. Llevamos ya dos años entrenando a los tres grupos de forma conjunta por razones de logística y de espacios, y la verdad es que estoy muy contento". Sobre todo porque "gracias a la captación en los colegios, a través del programa 'Get into rugby' que tan bien están utilizando tanto Pablo Artime anteriormente como Jordi Sánchez ahora, todas las semanas nos viene un chico nuevo y el crecimiento del club está siendo espectacular".
José Luis Campillay 'Cuyi' (San Juan, Argentina, 1979) respira rugby por todos los poros de su piel. Conoció el oval a los cuatro años y sus habilidades pronto se hicieron notar. Hasta los 22 jugó en su Argentina natal, en el club Jockey de San Juan y en la selección regional, y posteriormente se trasladó a España para continuar con su formación. Aunque su idea inicial era jugar en Barcelona, unos problemas con el papeleo le trajeron a Asturias, donde se ha asentado. Su gran papel en el Real Oviedo, donde llegó a jugar en División de Honor, y en el Belenos, consiguiendo un ascenso a División de Honor B como jugador y una fase de ascenso como entrenador-jugador, le llevaron a ser internacional con la selección española, al margen, claro está, de la asturiana. Lo que podía haber sido una breve etapa profesional se convirtió en un cambio de aires total, pues Cuyi conoció en Piedras Blancas a su mujer y, a los 38 años, entrena en el club de su vida en España a sus dos hijos.
Esa fue la razón de que Cuyi volviera a pisar el campo de rugby, si bien "aunque a los 34 años dejé de jugar, principalmente por las lesiones y el trabajo, nunca me desligué del rugby. Uno nunca lo hace". El argentino regresó al Belenos porque "cuando empiezas a traer a los hijos a jugar y ves que cada vez hay más gente y que hacen falta manos es muy complicado no colaborar. Así empecé y ya llevo dos años". Al exinternacional le "llena el corazón" ver el crecimiento "no solo del Belenos, que es increíble, sino que en todos los clubes de Asturias hay cada vez más niños. Cada año va a más y es un placer acudir a este campo todas las semanas y ver que a los niños les gusta jugar al rugby y cada vez son más". Cuyi no se plantea objetivos a largo plazo como puede ser volver a entrenar en categoría senior, e incluso a nivel profesional. Por el momento, se declara "muy feliz" viendo "crecer a mis hijos día a día jugando al rugby a todos sus compañeros. Ver cómo mejoran es una de las mejores cosas que hay y ahora mismo estoy muy contento, no necesito nada más". Por su parte, Carlos Blanco, además de su trabajo en el Belenos, ha comenzado a colaborar también con la Federación Asturiana, participando en las concentraciones escolares y en el campus que tendrá lugar en Navidad como director de desarrollo, eventos y patrocinios. "La intención es que el rugby se equipare a otros deportes y se compita desde octubre hasta mayo o junio. Antes esto no ocurría y creemos que era perjudicial. Los niños y los padres quieren competir cada fin de semana y poco a poco lo vamos consiguiendo", concluye.
FOTOS: Belenos Rugby Club